La misión de defensa planetaria NEOWISE (Near-Earth Object Wide-field Infrared Survey Explorer) de la NASA, que fue lanzada en 2009, ha llegado a su fin después de quince años de observación. Originalmente conocida como WISE, esta misión comenzó como un explorador infrarrojo del cielo para estudiar asteroides y cometas, pero luego se reutilizó para monitorear objetos cercanos a la Tierra, incluyendo aquellos que podrían representar una amenaza.
Durante su misión, NEOWISE acumuló un invaluable archivo de casi 27 millones de imágenes infrarrojas y contribuyó con importantes hallazgos, como el descubrimiento del cometa C/2020 F3 (también conocido como cometa NEOWISE), visible en 2020. También detectó el primer asteroide troyano de la Tierra, que comparte su órbita alrededor del Sol, y más de 215 objetos cercanos a nuestro planeta.
Sin embargo, la nave carecía de un sistema de propulsión para contrarrestar la expansión atmosférica causada por la actividad solar. Esto provocó que gradualmente descendiera hacia la atmósfera, donde eventualmente se desintegró (el 2 de noviembre de 2024); un fenómeno en el que las partículas de la atmósfera terrestre interfieren con la velocidad y altitud de un satélite que orbita en regiones bajas del espacio. A medida que NEOWISE descendía, su órbita se volvía cada vez más baja y lenta debido al roce con la atmósfera superior. Finalmente, el 8 de agosto de 2024, los ingenieros de la NASA enviaron el último comando para apagar el transmisor, ya que el telescopio comenzó su ingreso final en la atmósfera y se desintegró debido al intenso calor generado por la fricción. La última señal se envió este pasado 8 de agosto, marcando el cierre de una misión que proporcionó información valiosa para la protección planetaria y ayudó a establecer la base para futuras investigaciones.
Este proceso, común en muchos satélites que no pueden ser reubicados, resulta en la fragmentación y eventual vaporización de la mayoría de los componentes del satélite al atravesar las capas más densas de la atmósfera, impidiendo su reingreso seguro o recuperación desde Tierra.
Finalmente, NEOWISE ha dejado un legado que se extenderá a través de la misión sucesora, NEO Surveyor, programada para lanzarse en 2027. Este próximo telescopio estará optimizado para la detección de asteroides potencialmente peligrosos, con el objetivo de continuar la protección planetaria desde el espacio.
Dairam Domínguez // 2024-Nov-07